viernes, 28 de agosto de 2009

Capitulo 3.


Deja Vu.


Paramédicos y doctores en la entrada, este era un caso especial, el cuerpo de Matt había sufrido demasiados daños, pero de ellos el más dañino fue un golpe que tuvo en la parte superior de la cabeza, los médicos temían que esto le haya provocado el desarrollo de un tumor cerebral. Matt no reaccionaba, no daba señales de saber que era lo que sucedía a su alrededor. Inmediatamente lo conectaron a un suero y múltiples cables ya rodeaban su cuerpo.
En la sala de cirugías el médico cirujano ya había realizado el protocolo para comenzar. Emily aguardaba en la mesa, la anestesiaron para poder hacerlo sin complicaciones. Tenía descubierto el vientre, donde una herida algo profunda se había dibujado ahí, dañando levemente alguno de los órganos que se encontraban en esa área, las enfermeras y algunos de los internos ya habían limpiado la zona y mantenían al tanto de lo que sucedía con Emily al médico. Prontamente el cirujano terminó y cerró la herida, había sido un poco complicado pero no demasiado para la experiencia de él, aun así ella debía permanecer en reposo por varios días más.
Mientras, Matt ya había sido internado y puesto en la mesa de operaciones donde ya un equipo de médicos se había reunido para iniciar con la cirugía. Debían ponerse de acuerdo muy rápido. Ya que si tardaban, probablemente Matt no sobreviviría.
Comenzó un cirujano, Matt tenía golpes internos que habían afectado el área cercana al pulmón izquierdo. Limpiaba el lugar y arreglaba poco a poco, con instrumental médico proporcionado por una joven enfermera que tenía a su lado, lo dañado que había dentro de Matt. Por otra parte la cirujana ortopedista, había arreglado también el hombro dislocado del paciente, pero aquí llegaba lo complicado el área que más había sido afectada, el neurocirujano pedía un momento antes de poder iniciar, pasaron algunos segundos, todos aguardaban la señal del médico para iniciar, Matt hasta este momento había sido muy fuerte, soportó las cirugías anteriores y su cuerpo no mostraba signos de deterioro.
- Ok, hoy debemos Salvar a este hombre, ese es nuestro trabajo, así que quiero que den su mayor esfuerzo- los internos, enfermeros y enfermeras, asentían, comprometiéndose a ser los mejores ese día.- Comencemos.
En eso, el neurocirujano iniciaba, entrando en la cabeza del paciente. La enfermera le proporcionaba lo que el médico pedía. Todo iba muy bien, resultaba tal como lo habían planeado. Pero el neurocirujano toco una parte que no debía, el monitor de signos vitales comenzaba a sonar, aceleradamente, las pulsaciones de Matt se habían acelerado muy rápido, el médico debía hacer algo rápido, sino perdería al paciente. Matt de pronto, en ese instante abrió un recuerdo, uno de los recuerdos que guardaba con mucho celo, el mejor de sus recuerdos. El dia que conoció a su esposa, el día que conoció a Emily.

Lo negro que podía ver Matt en sus ojos, desapareció, y como si fuera una pantalla de televisión comenzó a proyectarse el recuerdo.

Matt se encontraba en el avión, un avión comercial, se ubicaba en primera clase, había puesto su reproductor de música y escuchaba a una de sus bandas favoritas Daft Punk, con una muy buena canción Aerodinamic. Todo iba muy bien ese día, había despertado con una muy linda jovencita en su departamento, consecuencia de la borrachera del día anterior, pero en la mañana de ese dia, el salió lentamente del departamento dejado a la joven en la cama, semidesnuda y tapada por algunas sábanas en la parte inferior, ella se encontraba boca abajo, y el departamento tenia una gran ventana, que daba mucha luz al interior. La ropa que había regado por cualquier lado, la fue tomando para prontamente vestirse y salir de ahí.

Recordaba esto cuando sintió que alguien tocaba su hombro repetidamente, abrió los ojos y vio a otra joven, sabia que ella estaba diciendo algo pero como aun tenía los audífonos en los oídos no distinguía nada de lo que ella trataba de decirle. Ella, al ver que no la escuchaba le retiro los audífonos, y le dijo:- ¿Serias tan amable de dejarme pasar? El asiento de la ventana me pertenece, así que puedes moverte un poco y permitirme entrar.

El giró a ver el asiento de su izquierda, en efecto estaba vacío, había tomado mucho anoche y su cabeza aun le daba vueltas, no tenía la más mínima intención de alegar. Así que se movió un poco a la derecha y le permitió el paso a la joven.

Matt se ajustó el cinturón de seguridad y chasqueando los dedos llamó a la azafata:
-Hey señorita. Una soda y dos cojines.
La azafata regreso. No había pasado ni un minuto cuando Matt dijo:

-Que pésimo servicio… ¿Tú no quieres nada?

-¿Eh? No, nada.

-No puede ser, tendré que levantarme a tomarlos yo.

Se desabrochó el cinturón e inmediatamente apareció la azafata que lo invitaba a permanecer sentado, ya que el avión estaba a punto de despegar.

-Todo lo que le estoy pidiendo es que me traiga una soda y dos cojines, que tan difícil puede ser eso.

-Señor, le aseguro que en cuanto despeguemos se los traigo.

-¿No entiende? Necesito ese refresco en especial, y también esos dos cojines.

-El avión ya se está moviendo señor, le ruego que permanezca sentado- dijo la azafata un poco nerviosa.

-¿Que quiere que vomite en los demás pasajeros? ¿Eh? ¿Eso es lo que quiere?

Era increíble lo infantiles que se podían ver los dos, el avión comenzó a tomar pista y la azafata apurada, daba tumbos por el pasillo y finalmente llego con los cojines y le entrego la soda. Por un momento parecería que la mujer le arrojaría el refresco en la cara, pero pudo más la cortesía de la línea aérea, y él, a su manera, pregunto:

-No le escupió, ¿Verdad?

La mujer hizo como que había una emergencia en la parte trasera y le dijo que debía ir.

-Seguro le escupió.

La joven solo se limito a sonreír un poco, el volvió a ponerse los audífonos para reproducir de nuevo esa canción. Acomodó la bebida y puso a izquierda los cojines, a su izquierda significa entre ellos dos, ella se fijó en eso y lo volteó a ver, se quitó los audífonos y con tono sarcástico Matt le dijo- Para que la niñita se sienta como en casa-desde ese momento ese viaje se había estropeado para los dos. Ella contestó-Gracias, aunque no hacía falta traer al perro- él se limitó a sonreír y colocarse de nuevo los audífonos. El avión ya había despegado y se podía observar la ciudad desde arriba, una vista espectacular. Eran alrededor de las 12 de la mañana, y el sol iluminaba los altos edificios de la ciudad. Un día para recordar. Un día para comenzar.

jueves, 27 de agosto de 2009

Capitulo 2




OTRO SILENCIOSO LUGAR.


Todo enmudeció, lo que era claro a la vista de ellos se desvaneció. Ese silencio prontamente desapareció con un sonido estremecedor, como si un gran gigante de metal emitiera el más terrible de sus rugidos.


El auto comenzó a dar vueltas estrepitosamente, una y otra y otra vez, perdía su forma, mientras los frágiles cuerpos de Matt y Emily permanecían dentro.
Al cruzar la calle Matt no se percató que un gran autobús venia directo hacia ellos, tomaba la luz verde que le daba turno de seguir su camino, y la consecuencia de esta terrible distracción fue el impacto de los dos vehículos, estampándose la parte frontal del autobús con la parte lateral derecha del auto de Matt y Emily. El auto de ellos quedaba destrozado a mitad de la calle.



Los transeúntes que rápidamente se convirtieron en espectadores de un acto totalmente fatídico y hasta aterrador, comenzaron a acercarse, con sus celulares y cámaras, insensiblemente tomando fotos, como si lo sucedido fuera un hecho digno de recordarse o compartirse.


Los autos que estaban justo atrás del autobús y del otro auto, frenaron rápidamente para esquivar el impacto y ser parte del ya ahora, acto circense en el que la gente lo había convertido.
Se escuchaban a lo lejos los típicos sonidos de la ciudad, y más a lo lejos se alcanzaba a escuchar como la sirena de una patrulla de policía se iba acercando poco a poco, esta sirena se convertía después, en varias reunidas en un punto.


Luces rojas parpadeantes, y recital de sirenas era lo que se escuchaba y se veía en la escena del fatídico accidente. Patrullas y ambulancias rodeaban aquel lugar.
Todo se podía ver en cámara lenta, los paramédicos saliendo de la parte trasera de las ambulancias, tomando y sacando el equipo médico necesario, corriendo con las camillas para llegar al lugar. La cara de preocupación de los transeúntes, los policías tratando de calmar a la gente y la de los paramédicos que se daban ordenes para solucionar el problema.
El chofer del autobus, solo sufrio algunas contusiones,milagrosamente, no habia recibido mucho daño, afortunadamente para el. nada de que preocuparse, sin embargo, fue atendido por los paramedicos.

La imagen que estaba a la vista de muchos podía verse así. Dentro del auto, aun seguía la pareja, Emily permanecía inconsciente podía verse la ropa teñida de un color algo escalofriante, solo en algunas partes se podía ver el intenso color rojo, anunciando una tragedia, su cabello tapaba su rostro. Matt también permanecía inconsciente, pero en su caso, el color de la ropa se había tornado completamente de este tétrico color, y permanecía en un estado totalmente inmóvil, recargado en el asiento.


En la calle, los policías encontraron algunos juguetes, entre vidrios rotos había una muñeca y más adelante un carrito y algunos otros objetos más.
Los paramédicos y bomberos trataban de abrir el auto que, por el impacto que tuvo, había quedado cerrado, se podía ver salir chispas del lugar, los bomberos trataban de abrir el auto con una especie de sierras, hasta que por fin lograron tirar la puerta lateral.


Poco a poco trataban de sacar a Emily, evitando lastimarla más de lo que ya estaba. Después de un rato y varios intentos, pudieron sacarla y ponerla en una camilla, que se dirigía rápidamente de nuevo a la ambulancia.
Sin embargo, Matt aun seguía dentro del vehículo, la forma en que había sido impactada la parte donde el se hallaba había sido muy fuerte, y por consecuencia él fue quien recibió el mayor daño.
- Necesito una camilla, los paramédicos. ¡Dónde están los paramédicos!- gritaba un bombero al ver a Matt, prontamente se acercaron tres de ellos a auxiliarlo.
Mientras tanto, Emily iba camino hacia el hospital auxiliada por dos paramédicos y una mujer.
En la escena del accidente, ya habían retirado a Matt del auto y lo habían puesto en la camilla, corrían apresuradamente hacia la ambulancia que solo aguardaba el momento que subieran a Matt para arrancar y llegar al hospital.

Mientras tanto, en el hospital, habían recibido la noticia de que llevarían a dos personas adultas, seriamente heridas, una mujer y un hombre, la mujer con heridas en el brazo izquierdo y el derecho se había fracturado, una abertura relativamente pequeña pero que necesitaba urgentemente una cirugia, permanecía inconsciente hasta el momento.
El hombre era un caso aparte, tenia múltiples heridas en las extremidades superiores e inferiores, por un golpe muy severo en la cabeza había perdido la consciencia. El estaba seriamente herido, pero aun permanecía con vida, pero era necesario ser atendido inmediatamente.

Las dos ambulancias arribaron al lugar, afuera en la entrada ya los esperaban un equipo de doctores y cirujanos listos para arreglar el problema.

La primera en llegar fue la mujer, la bajaron de la camilla, en el cuello traía un collarín y venia sujeta de los brazos y piernas. La mujer paramédica indico a los doctores cual era la evaluación previa que se le había hecho y después de haber escuchado esto, la llevaron inmediatamente a sala de operaciones.
Después de esto, llego la segunda ambulancia que traía consigo al segundo herido, los paramédicos abrieron las puertas y le hicieron saber a los doctores cual era la situación en la que se encontraba Matt, por los rostros de los doctores no parecían ser muy buenas noticias. También dieron la orden de llevarlo a cirugía.

Antes de que Matt llegara al hospital, en el pasillo mientras llevaban a Emily a cirugía, comenzó a escuchar muchas voces a lo lejos, no alcanzaba a distinguir qué era lo que decían, solo sabía que escuchaba muchas de ellas, prontamente comenzó a abrir los ojos, y pudo distinguir luces que pasaban una tras otra, seguidas, como si estuvieran en fila, parpadeando cada segundo, en eso, pudo distinguir una sombra, si, era una sombra, pero, ¿Qué rayos era eso?
Era una persona, el rostro de una persona que la veía y regresaba la mirada hacia el frente, poco a poco fue distinguiendo las voces y los sonidos, por supuesto, ella lo adivino. Estaba en un hospital.
- No te preocupes, todo está bien ya estas a salvo.- Esto le dijo el enfermero a Emily para tranquilizarla un poco.

El enfermero dio aviso a los doctores que la paciente comenzaba a reaccionar, buenas noticas para ellos. Hasta que se detuvieron, habían llegado ya a la sala de operaciones.

martes, 18 de agosto de 2009

Capitulo 1. Segundos.
















capitulo1 .Segundos.

-Te he dicho demasiadas veces que cuando necesites que te lleve al trabajo, me avises. Llevo a mis hijos en la mañana a la escuela, se me complica mucho llegar al trabajo a tiempo, ¿y tú quieres que te lleve al tuyo?
- ¿Crees que adivinaría que el auto no funcionaria hoy? , no supuse que fuera a descomponerse.
- Si, pero debiste llevarlo al mecánico cuando sospechabas que algo andaba mal en la marcha.
-Tenía pensado llevarlo hoy después del trabajo, no pensé que hoy no arrancaría.
-Pues hay muchas cosas que seguro no piensas.
-¿Que quisiste decir con eso?
-No tengo idea.
-Como no tienes idea, claro que quisiste decirme algo, que es.
Matt se daba la vuelta y acomodaba a sus dos hijos en el auto, una niña y un niño encantadores, mientras les daba sus loncheras y les ponía el cinturón de seguridad,en tanto que Emily se quedaba atrás esperando la respuesta de Matt.
-Sube al auto, no me hagas perder mas el tiempo-
El día seguía nublado, como si lo sombrío de la situación se reflejara en el cielo, el clima se sentía frío, no como de costumbre. cuando los días solían ser más cálidos.
Emily subía al asiento de copiloto, se acomodaba el cinturón de seguridad, mientras que Matt metía el proyecto de su trabajo en su portafolios.
El se encamino hacia el carro, metió la llave, intento prender el auto, pero este no respondía, como si este tratara de decirle algo, pero a falta de cualidades humanas, no pudo decir nada, volvió a tratar de encender el auto, esta vez si prendió. Puso primera velocidad i arranco.
Emily se mantenía callada, al contrario, los niños jugaban en la parte trasera del auto.
-¡Niños! ¡Quieren guardar silencio!- Matt calló a sus hijos, con tono un poco aterrador, en efecto los niños se quedaron callados, después solo jugaban en silencio, tratando de no desesperar a su ya desesperado padre. Emily, volteo a ver a Matt, con una mirada que mostraba un poco de furia reprimida, sin decir una sola palabra.
Tomaron la avenida, para mala suerte de él, había un poco de tráfico vehicular.
-Estupendo- dijo Matt en forma sarcástica.
-Tal vez debiste haber dejado a tus hijos en casa, y a tu esposa igual, solo para llegar temprano a tu trabajo, sería lo mejor no lo crees.- respondió Emily en el mismo tono sarcástico.
Matt mantenía las manos en el volante i la mirada fija hacia el frente. Por un momento, se quedo viendo al vacio, recordando, en qué momento aquella pareja estupenda, increíble y perfecta había dejado de ser, para convertirse en lo que ahora estaban hechos.
Por fin avanzo la larga fila de autos, deteniéndose en cada semáforo que tuviera luz roja. Se podía percibir a Matt un tanto distante de lo que pasaba y hasta distraído, tanto, que tuve que dar un freno repentino y giro rápido el volante para esquivar un auto que se le había atravesado. Se detuvo, y volteó para ver si sus hijos y esposa estaban bien, luego siguió su marcha hacia la escuela de ellos.
-Vaya, por fin llegamos- el dijo.
Emily se acerco a sus pequeños en un tono un poco distraído:
-Niños, desabrochen el seguro, Cameron deja tu muñeca
-Pero mamá..- reprochó la niña.
- Recuerda que tu maestra dijo que nada de juguetes, y eso es justamente lo que haremos, eso tambien es para ti Vincent-
dirigiendose al pequeño niño que guardaba lentamente un coche de juguete en su bolsillo, tratando de no hacer ruido para que su mamá no se diera cuenta, el pequeño se limitó a sacar poco a poco el coche y dejarlo en el asiento del auto.

-Tomen lo que vayan a necesitar, Cameron, no olvides tu lonchera,hemos llegado.-los niños dejaron sus cosas, tomaron sus loncheras y se quitaron los cinturones de seguridad. Abrieron la puerta, mientras Emily salía del auto para dejarlos hasta la escuela. Matt se limitaba a mantener las manos sobre el volante.

Se encamino hasta llegar a la entrada de la escuela, donde una docente aguardaba en la puerta, con una cara sonriente, una mujer muy joven que inspiraba confianza, recibia a los pequeños niños para comenzar su dia de escuela.
-Bueno niños, hemos llegado- Emily se dirigia a sus hijos en un tono un poco triste, pero tratando de disimular para que los pequeños no notaran el estado de animo de su madre, los niños tambien reflejaban en sus pequeñas caritas un semblante triste- No se preocupen bebes, lo que sucedio con su papi esta mañana, es normal, a veces los papis tienen que llegar muy rapido a su trabajo para poder estar con ustedes el resto del dia.
-¿Papi estara con nosotros en la tarde?- dijo Vincent, y su semblante cambio totalmente a uno sonriente y feliz.

-Es muy probable que si, pero ustedes deben de portarse muy bien y deben obedecer a su maestra para que papi no se enoje, ok?- los niños asintieron con la cabeza y se despidieron de su madre, corrieron a la puerta, la pequeña Cameron volteo a ver a su mama, y con su mano se despidio.Emily hizo lo mismo, y no pudo contener una lagrima que resbalaba por uno de sus ojos.
Emily regresaba de la puerta de la escuela y entraba de nuevo al carro. Él puso el auto en marcha y siguieron su camino hasta el trabajo de ella. Matt sabía que se le hacía muy tarde para el trabajo,debía presentar ese proyecto, el proyecto por el cual había estado trabajando todo un año, para presentarlo justo ese día.
Iba a cruzar la avenida pero el semáforo que estaba en verde comenzó a parpadear, para pronto poner la luz roja. El trabajo de Emily estaba justo después de cruzar la avenida, así que por la desesperación de querer llegar a su trabajo a tiempo acelero, ya se había puesto el rojo y estaba a unos segundos de comenzar a cruzar la calle.


Es increíble lo que puede suceder en unos segundos, puedes cambiar de canal al televisor, reír, girar, decirle a alguien "te quiero", dar un abrazo, en segundos alguien puede estar llegando a este mundo, pero esos segundos pasaron muy largos para Emily y Matt, en unos segundos puedes perder el control.